La Junta ha publicado el decreto de regulación de setas y hongos silvestres entre los que se encuentra la trufa (Tuber Melanosporum Vitt y Tuber Brumale Vitt). Tras muchos meses desde que comenzaron a trabajar en este reglamento los recolectores lúdicos, profesionales y todos los operadores de la cadena sabrán a qué deben atenerse.
El texto incluye puntos importantes: limita a 3 kg por persona y día la cantidad máxima de recolección de hongos y setas y no se permite la recolección esporádica de trufas.
Se delimitan cómo debe hacerse la recolección, los tamaños permitidos y la necesidad de permisos en las zonas reguladas para ello.
La temporada de trufa negra, Tuber Melanosporum, comenzará el 15 de noviembre y se extenderá hasta el 31 de marzo en las plantaciones y del 1 de diciembre al 15 de marzo en el resto de zonas donde se dé de manera silvestre.
Igualmente, la Junta trata de fomentar la creación de Parques Micológicos que son grandes extensiones de terreno en zonas de especial interés para el aprovechamiento del recurso, incluida su vertiente turística.
Se expresa la obligación de señalizar los terrenos de aprovechamiento micológico forestal como cotos o zonas reservadas.
El nuevo marco también hace referencia a la comercialización y transporte del producto que debe hacerse con la documentación pertinente que muestre el origen y datos de la compra o recolección y la titularidad.
En este sentido, se prohíbe el suministro directo de setas silvestres desde el recolector al consumidor final, salvo cuando una administración pública establezca un servicio de identificación facultativa de las especies.
Sin embargo, en el caso de la Tuber Melanosporum procedente de plantaciones truferas sí que se permite la venta directa al consumidor final, algo que venían reclamando las asociaciones de truficultores y forestales de Soria.
El suministro directo de setas y hongos a locales de comercio al por menor y restaurantes sólo podrá hacerse en pequeñas cantidades según lo que estipule cada consejería.
La normativa recoge exigencias que ya venían tiempo reclamándose desde el sector pero para muchos deja fuera a los guardas forestales como vigilantes y la vía administrativa en el caso del furtivismo en los terrenos privados, lo que dificulta a los propietarios perseguir el hurto de su propiedad.