La trufa blanca de Alba, Tuber Magnatum, y la trufa negra de Soria, Tuber Melanosporum, tienen muchas cosas en común, ambas son un delicioso y cotizado ingrediente en la alta cocina y su sabor y aroma son difíciles de describir porque se parecen poco a otro alimento que se haya podido comer. Pero es su interés en pro del desarrollo turístico y empresarial de las zonas en las que se cultiva lo que ha motivado la firma de un hermanamiento entre ambas.
El marco elegido para este maridaje perfecto ha sido el V Congreso Internacional de Micología Soria Gastronómica que reúne cada año a cientos de cocineros, profesionales del sector micológico y amantes de la buena mesa, en general, en la capital soriana.
La Junta de Castilla y León y la Diputación provincial de Soria han firmado el hermanamiento con el Ente Consorcio Alba, Bra y Langhe Roeroque tiene como objetivo el desarrollo turístico, gastronómico y promocional entre productores y empresas relacionadas con el sector de ambos territorios.
Las instituciones se han comprometido a crear una Comisión de Seguimiento para avanzar en el proyecto y hacer que no se quede en «papel mojado» que muchas veces es lo que puede pasar con estas iniciativas si no se las dota de un presupuesto real y de acciones que apoyen no sólo la creación de un paquete turístico sino el desarrollo del sector productivo y comercializador.
El hermanamiento ha comenzado con la creación del «Premio Micología de Castilla y León» que en esta ocasión ha recaído en el chef italiano Enrico Crippa, tres estrellas Michelin con su restaurante Piazza Duomo de Alba (Italia).
En cualquier caso, entablar relaciones con una zona en la que la trufa tiene un papel clave para su economía es un interesante paso para dar a conocer la calidad de la trufa de Soria a nivel internacional.